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domingo, 18 de diciembre de 2011

Madriguera, el nuevo hogar de Silvia

Estamos a puertas de acabar el año 2011 pero, como todo final trae la esperanza de un nuevo inicio, queríamos presentarles al nuevo sello editorial que amenaza con revolucionar el circuito limeño. Madriguera puede sonarte como al alumno nuevo de tu colegio, pero lo cierto es que no son nada principiantes en la materia. Hablamos con su directora editorial y fundadora, Silvia María Gonzales, quien tiene la experiencia de haber encabezado la editorial Estruendomudo, una de las más jóvenes y exitosas editoriales independientes de nuestro medio. Ella nos solo nos habló de este nuevo reto, sino también de su hijo predilecto: la conocida Agenda Crayón.   

Foto: Alberto Nicho

Aquí tenemos la Agenda Crayón. ¿Nos la podrías presentar?

Ésta es la sexta edición de la Agenda Crayón. La Agenda Crayón nace en el 2007 y básicamente obedece a una necesidad bastante clara. Allá por el 2006, cuando nace la idea, solamente había dos tipos de agendas: las agendas que apuntaban a un público muy infantil que era por ejemplo las agendas Pascualina, para citar una, y las agendas ejecutivas. Entonces, si ya ibas a la universidad, de hecho con la Pascualina ya te daba un poco de cosas porque excede en color o qué se yo, y las ejecutivas también te parecían un poco secas para uno. Entonces, la idea era esa: juntar el color y el concepto lúdico con, a la vez, funcionalidad, que era el punto medio que estaba faltando. Si bien había por ahí algunas de este tipo, eran como muy específicas; como por ejemplo la agenda Neruda. ¿Qué pasa si no te gusta Neruda? ¿Hacia dónde vas? Ese es el punto número uno.


El punto número dos es hacer una pequeña muestra de arte contemporáneo. Todos los diseños gráficos de la agenda, desde los separadores hasta la portada (por ahí los dibujos que aparecen acompañando cualquier página), son de artistas jóvenes, en su mayoría peruanos. En su primera edición hubo dos extranjeros y poco a poco se fueron mezclando. La Agenda Crayón se fue convirtiendo en un pequeño referente para ellos. Varios de ellos han expuesto en muchas galerías, algunos ya habían expuesto. Algunos se han ido al extranjero porque les ha ido fabuloso. Y luego nos dimos cuenta de que quizá llamar a un artista joven no necesariamente significa tener cierta cantidad de años, sino que su propuesta sea lo suficientemente rica e interesante. Y así hemos contando con Fernando Bryce, por ejemplo, que ahorita está exponiendo en la Fundación Telefónica. Y con Armando Williams y con Claudio Roncoli, que es argentino, que si bien tiene un poquito más edad que el resto, su propuesta es bastante rica y encaja un poco con la idea que es Crayón. Que es cierto, es un concepto un poco gaseoso, pero quienes la han venido siguiendo entienden un poco hacia dónde va.

 ¿Qué podemos encontrar en esta Agenda Crayón 2012?

Un poco de todo. Las clásicas secciones de siempre que son: Las cosas que presté, las cosas que tengo que devolver, un pequeño apartado para poner las recomendaciones de discos, libros y películas que por ahí te den, una siempre útil y pequeña base de teléfonos a dónde llamar como serenazgo o ambulancias y el planificador del día a día que tienen todas las agendas. Y las novedades es que hemos hecho más eficientes algunas secciones. Este año han vuelto algunos artistas que ya habían participado en otras ediciones y también hay, evidentemente, artistas nuevos. En este caso la portada de este año la hace una artista peruana que se llama Daniela Carvalho, y está muy bonita. Cada año apostamos para que la agenda sea un poco mejor a la anterior y siendo ésta ya la sexta edición, la valla ha estado un poco alta.
  
¿Qué la diferencia de las demás agendas?

Creo que es un poco el contenido. Cuando uno elige el contenido piensa si alguien le dará mucha importancia. En este caso, en cada día hay dos efemérides, que intentan ser lo más distanciada posible. Por ejemplo, acabo de abrir la agenda en cualquier: el día nueve de julio me sale que nace Courtney Love y Chichi Peralta, el diez de julio nace Marcel Proust y Jessica Simpson.  Entonces la idea es demostrar que todos consumimos un poco de todos. Estamos sentados frente a la computadora todo el día y todo el día vemos diferentes tipos de cosas. La idea es reflejar un poco eso, a partir del efemérides que busca ser lo más disparatado y diferente entre sí. Por otro lado están las frases que son dos por semana y vienen de todo tipo. Por ahí hay frases de The Office y otra de Woody Allen. Es decir, mostrar cómo todos podemos compartir a partir de un gusto particular.


¿Dónde podemos encontrar la agenda?

Ya estamos en varios puntos: en Librerías Crisol, Pulga, Estereofónica, librería Mediática, SBS, Zeta Bookstore, librería La Casa Verde. En realidad, estamos tratando de llegar a todas las librerías posibles y en la mayor cantidad de tiendas de diseño independiente.


¿A qué precio la podemos encontrar?

A 49 soles, que para ser una edición limitada está bien.


¿Cuántas han sacado en otros años?

El tiraje usual va de 2,000 a 2,500. Este año como hemos hecho un pequeño cambio de equipo de producción, hemos decidido hacer un tiraje menor.


Silvia eres bastante joven, ¿tienes 24 años?

Tengo 23 años.


Y con tus 23 años has sido la segunda cabeza en Estruendomudo.

Sí, un poco. Es que estuve un millón de años. Entré en Estruendomudo cuando tenía 18 recién cumplidos y estuve ahí hasta mayo de este año. Entonces estuve bastante tiempo. De hecho, cuando entré fue un poco a dos cosas: a colaborar como personal de venta en la Feria Internacional del Libro (que en ese entonces era en el Jockey Plaza) y también a la revista de la feria que estuvo tres años seguidos y se llamó Leer o morir. Entré un poco para ver qué tal y me quedé. Y me quedé un montón de tiempo. De hecho, vas aprendiendo más cosas y vas obteniendo más responsabilidades, también.


Bueno tú has estudiado literatura. Esa es tu formación. ¿Estruendomudo fue tu primer encuentro con el mundo editorial?

Yo tuve un breve y fugaz encuentro con «el mundo editorial», pero con el mundo editorial, un poco, de juguete. Yo entré a la Universidad Católica postulando a Derecho. Mi papá y mi mamá son abogados y de pronto era como que yo tenía que estudiar Derecho sí o sí. Entonces en el primer año me planteo la idea de cambiarme a Literatura. Bueno, como no sabía mucho hacia dónde iba ni cómo enfocarlo, como parte de las típicas conversas en los jardines de la Católica nació la idea de sacar un pequeño fanzine que tuvo dos números. A partir de ello, por alguna curiosa razón, me ofrecieron ser voluntaria en una especia de delegación de cultura que tenía la Municipalidad de Lima en ese entonces, que todo fue un fracaso; luego llegué a Estruendomudo. Como que una cosa fue jalando a la otra, pero ya en Estruendomudo como algo más profesional, por así decirlo. Todo lo anterior fue una cosa de cachimbos entusiasmados, básicamente. Y ya me quedé ahí. Un tiempo estuve trabajando en una librería, pero de ahí regresé a Estruendomudo.


¿Cómo decidiste dejar Estruendomudo y abrir tu propio proyecto editorial?

Foto: Alberto Nicho
Ya había estado mucho tiempo en Estruendomudo y sentía que había cumplido un ciclo. Ya estaba terminando la carrera universitaria, ya los proyectos que se estaban desarrollando en la editorial tenían un equipo que estaba funcionando bastante bien. Y yo sentía que ya era el momento de abrir algo totalmente mío. Entonces desde verano ya se iba procesando la idea de que me iba. Y ya en mayo, terminando el Festival Eñe, justo cumplía otro año más con ellos y dijimos «Ya estuvo bueno la fiesta», «¡hay que seguir adelante!». Y así estuve un mes viendo qué hacía. Si entraba a un trabajo en alguna librería o en alguna otra editorial, para aprender también otras cosas, o si habría algo mío. Cosas del destino, me salió por ahí un proyecto de servicio editorial y dije «¿Por qué no?». Por qué no abrir una pequeña agencia de servicios editoriales, que a la par permitan desarrollar libros y diferentes productos impresos, que no necesariamente dependan mucho de la venta. Entonces, era como que una cosa sostenía a la otra. De tal manera que podamos armar pequeños catálogos de artistas que hemos ido conociendo a lo largo de los años con la Agenda Crayón, que quizá no encontraban un asidero en Estruendomudo o coger otras propuestas que quizá no encajaba con la línea editorial que se maneja en ella. Era básicamente abrir algo nuevo y explorar todas las posibilidades que yo pueda ofrecer. Y así un poco nace Madriguera.


Entonces, ¿marcas diferencias con Estruendomudo o adoptas algunas cosas?

Yo digo que Estruendomudo ha sido una etapa muy importante para mí, porque me enseñó infinidad de cosas (y con infinidad me refiero a prácticamente todo lo que sé ahora), pero ya es un nuevo camino. Siento que lo bueno de que no haya tantas editoriales independientes como en Argentina (por decirte cualquier lugar) permite que tú puedas presentar propuestas que no están explotadas todavía. Para ello hay campo para todos. Y lo bueno de iniciar algo nuevo es que tienes todo libre. No hay una línea editorial a la cual ceñirse y puedes explorar de todo. La idea de crear Madriguera es escuchar todas las propuestas que haya. Estar abierto a todos y no necesariamente abrir colecciones de algo ni mucho menos, sino hacer productos que perduren, hacer productos a los que les tengamos mucho cariño. Un poco reflejar la actitud que tenemos con la Agenda Crayón. Cuando hacemos la Agenda crayón estamos todos hechos unos locos porque queremos que salga lo mejor posible. Buscamos y rebuscamos y le damos mil vueltas a todo hasta que salga el producto más genial que podamos hacer hasta ese momento. Transmitir esas ganas que tenemos con la agenda a algo más grande. Algo que pueda publicar literatura, libros objeto, libros ilustrados. Que a la par haga servicios editoriales, que es lo que nos mantiene siempre trabajando; tampoco sin perder la perspectiva, porque a veces uno se manda a hacer cosas que son muy bacanes, muy locas, y pierde la noción. Por el área de servicios editoriales, que es el área más seria, por así decirlo, pues hacemos libros por encargo o cuadernos o todo tipo de material impreso. Nosotros los diseñamos, pero transmitiéndole un poco el feeling que manejamos con lo nuestro.


¿Qué es Madriguera? 

Madriguera es una central de proyectos que ama lo impreso, por lo mismo hacemos todo lo que tenga que ver con lo impreso o lo impreso llevado a otro ámbito. Creo que es eso. A pesar del boom de los e-books y de esas cosas, creo que le tenemos demasiado cariño a ver el trabajo de todos materializado en algo que podamos agarrar. Madriguera es un poco eso. La gente que lo compone es un grupo pequeño de base, pero alrededor de nosotros está toda la gente que siempre ha querido trabajar en la agenda o en las portadas de los libros que alguna vez coordiné o todo el que quiere, en realidad. Está para todos. Madriguera es un poco de todos. 


¿Qué se viene?

Bueno lo primero y lo último del 2011 es la Agenda Crayón. Ya para el 2012 tenemos planteada una pequeña línea de literatura. Todavía estamos viendo bien qué títulos sacamos, de hecho no van a ser muchos al año, pero sí. La idea es esa. La idea es armar una línea de narrativa al inicio, y en el área de ilustrados intentamos no solo sacar libros, sino armar alrededor de él toda una propuesta. Por ejemplo un libro ilustrado, no solamente puedes imprimir el libro, presentarlo y se acabó; sino armar un taller con el artista, amarrarlo con una exposición, si el artista es de afuera puedes traerlo. Armar no solamente que hiciste el libro, sino que el público pueda generar vínculo con él. A veces en el mar de publicaciones que a veces una ve en las librerías y que muchas son importaciones, a veces no hay este espacio para, efectivamente, poder hablar con un autor. Y eso es algo que se ha perdido, creo yo. Las presentaciones a veces generan más distancia en lugar de un acercamiento con el público. Queremos volver a generar eso. Queremos volver a generar un espacio de discusión. Entonces poco a poco, que las publicaciones sean el punto de partida, no el punto de llegada como a veces suele suceder.


He visto que en las redes sociales nombran mucho sobre El Matadero, ¿tiene algo que ver con ustedes?, ¿es un nuevo producto de Madriguera?

No, no. El Matadero es el proyecto personal de un amigo que organiza fiestas. Al principio ellos hacían obras de teatro y la idea era hacer fiestas pro fondos. Entonces, la idea de El Matadero es mutar hacia ello. Ahorita están organizando fiestas para poder juntar un fondo y destinarlo a un proyecto de difusión cultural, pero es poco a poco. Los estamos apoyando porque de hecho sí tenemos afinidad con ellos. Es más el chico que organiza esto, Jonathan Rojas Novoa, trabaja con nosotros. Entonces estamos más que vinculados.


¿Cómo podrías definir su línea editorial?

Creo que es precisamente lo que te comentaba acerca de lo bueno de ser nuevos: estamos abiertos a todas las posibilidades. Un poco lo que vamos buscando son libros que no sean muy pesados. Es cierto que cada vez la gente lee menos. Eso sí es cierto. Estamos acostumbrados, a raíz de las redes sociales, a leer formatos más cortos. Cuando estás en Twitter lees 140 caracteres de cada persona y ahí nomás. Pero en 140 caracteres no dices mucho. Entonces, siento que este tipo de experiencias comunicativas se está expandiendo a todo. La gente cada vez ve más rápido las cosas. Entonces, queremos publicar libros que no sean rocones ni que sean novelas de cuatrocientas páginas, porque nuestro propio consumo se ha vuelto más fugaz. Entonces, la idea es encontrar lecturas que posean la misma fuerza que puede poseer una cosa súper elaborada y de mil millones de páginas, pero condensada. Esos son un poco los únicos elementos que tenemos claros, porque estamos todavía en un periodo de búsqueda. Ahorita solamente hay un libro ya pautado y que estaría saliendo en junio. La idea es llegar de dos a tres publicaciones para la Feria del Libro de Lima de julio.


¿Podrías darnos el título del libro?

¡CHAN! Todavía no tiene título, curiosamente. Todavía están en estado de manuscrito.


¿De algún peruano?

Sí. El qué está más a punto de cerrarse sí es peruano. Todavía está en proceso


Yo entiendo que como un grupo editorial tienen que decidir juntos los próximos proyectos, pero en lo personal ¿a quién te gustaría publicar?

¡Uy! ¿A quién me gustaría publicar? De hecho, a quién no me gustaría publicar. Me gustaría publicar un millón de cosas. Siento que tengo mucho cariño, sin embargo, a lo que es el libro ilustrado. Me encantan los libros ilustrados. Si pudiera le sacaría un catálogo súper hermoso a cada uno de los artistas que han estado en Crayón, porque estoy sumamente agradecida con ellos. Pero ¿publicar de literatura?, ahí sí me agarras. De hecho te puedo decir los dos últimos libros que me han gustado bastante, que curiosamente encajan con lo que te decía de los libros flaquitos y potentes, que es de Alejandro Zambra, cualquiera de sus tres publicaciones hasta ahora que son bastantes delgadas y me parecen bastante interesantes y fuertes también. Otro libro que también me gustó bastante y era cortito es Llamadas de Amsterdam, de Juan Villoro. Entonces de lo último que he leído, pueden ser ellos.


¿De poesía?

De poesía he estado leyendo poco, honestamente. Lo que sí he encontrado bastante es ese tipo de escrituras que juegan mucho entre ser y no ser poesía. Justo uno de los escritores que estamos barajando para el próximo año juega un poco eso. Sus textos son súper cortitos y juega entremezclando los lenguajes. Al final termina siendo una cosa un poco extraña, pero estamos apuntando a eso. Vamos a cruzar los dedos nomás, para que salga todo bien.


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EL DATO. La Agenda Crayón tendrá su presentación oficial este jueves 22 de diciembre, a las 7:30 pm., en la Bruno Gallery (Calle Francia 565, Miraflores).

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