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domingo, 31 de julio de 2016

El ángel de Jane Eyre

Dos de mis libros favorito ♥
Sigo encantada con Jane Eyre. ¿Ya se los había dicho? Me cuesta acabarla, no solo por la falta de tiempo, sino por el dolor que me producirá saber que no volveré a compartir sus líneas. 

Trato de recordar algunas impresiones mientras leía sus primeras cien páginas. Me contaban sobre su vulnerabilidad y pobreza cuando ella solo era una niña. Cuando decidida por salir de la casa en donde tan mal la trataba, se dirige a un internado para chicas tan pobres como Jane. Ése sería su nuevo hogar.

¿No les recuerda a algo? A un niño huérfano que fue salvado de la bestialidad de sus tíos para hacerse mago en una escuela de hechicería. Pero en este mundo de ficción, cuando lees una novela, ya las has leído todas. Por eso ya no busco novedades, busco sensaciones y aprendizajes. Tal vez el Dios de la Literatura es tan bueno que repite las historias hasta que las captes, y una vez comprendido podrás conocer nuevos niveles de ficción. O tal vez simplemente todos se copien de todos y no haya más que descubrir. En todo caso Charlotte Bronte fue primera :)

Recuerdo cuando yo era niña. Amaba mi colegio y a mis compañeritos. Recuerdo que lloramos sin parar el último día de clases porque sabíamos que ya no nos veríamos. Nos juramos reencontrarnos en toda ocasión y que no nos olvidaríamos. Amigos para toda la vida que ahora raramente acepto en Facebook. 

Pero esta es otra historia y no la tragedia que tuvo que vivir Jane; cuando en su primera semana la acusan de mentirosa y sufre un bullying interjerarquico porque no la consideraban un buen ejemplo. Fue justamente en unos de estos lamentables castigos en que nuestra protagonista conoce a Helen Burns, una niña huérfana y pobre como Jane que a la larga se volverá un ángel de inspiración. 

Helen era una niña menuda y enfermiza que tenía problemas de concentración y aprendizaje. Las profesoras la castigaban mucho por no dar la talla en la escala promedio de sus alumnas, pero ella aceptaba con una resignación envidiable lo que se le encomendarán. Esta niña que tenía menos esperanzas de vida que Jane, fue luz en su camino y le enseño valores que nadie más le mostraría. Le habló de fe, de disciplina, de ser fiel a una misma y de vocación al servicio. Le mostró un camino de espiritualidad que supera todo lo que, con justicia o sin ella, podrían hacernos en el presente.

Como he de suponerse, esta personita no superó más de dos capítulos, ya que en el primer invierno que llegó a la escuela su alma fue a vivir la inmortalidad que tanto predicaba. Sin embargo, mientras la conocía me hizo recordar a todas esas personas que como angelitos pasaron por mi vida para darle claridad a mis momentos. Amigas y amigos que no tuvieron un final mortal, pero que tal vez si fueron desapareciendo en diferentes circunstancias. Porque la verdadera amistad no es la que dura para toda la vida, sino la que es pura y brillante en esos 5 minutos de existencia. Algo muy parecido al amor. 

Este post se lo dedico a mis actuales angelitos: Eliana y Sandy, y a todos toditos quienes alegraron mi existencia en su momento: las panas, Emily, las chicas mala reputación de pro, la infinidad de amigos que dejé por mis trabajos, a mi hermana y a Jossy. Se que me olvido de muchas y muchos, pero nunca he tenido buena memoria. 

Sé que no hablé mucho de la novela, pero creo que toda manifestación cultural esta ligada a ti de cierta forma, y más que describirla es sentirla de la forma muy personal como te ha tocado. 

Que descansen y aprovechen el último día de este feriado largo :) 

miércoles, 15 de junio de 2016

El arte de la rebeldía, según Jane Eyre

Lo sé, me volví a perder. Pero tengo muchos apuntes y me parece que serían un desperdicio si no los publico.

Sí, continúo encantada con Jane Eyre. En algún momento dije que con nadie me había sentido tan identificada. Que su prosa es perfecta. Su narrativa es como si leyera un diario personal. Su aire es mi aire. Nada sobra, todo es exacto.

Pero vayamos por el principio y con full spoiler.

Jane Eyre es una obra universal y de crecimiento que acompaña a la protagonista desde su primera escena importante cuando tenía a penas 10 años. Ella es huerfana y la familia de su tío se encarga de ella por obligación. No se siente querida y los dueños de la casa la tratan peor que a una críada.

Aquí tuve una primera reflexión: Me he dado cuenta que en muchas de las historias de época, normalmente las protagonistas son pobres, chicas indefensas que no tienen fortuna y por cosas del destino sufren las mayores desgracias. Pero claro, estas mujeres son inteligentes y logran hacer frente a las adversidades y convertirse en las heroínas del cuento. ¿En verdad debe ser tan predecible?

Pero por otro lado, es como si los escritores no se atrevieran a dar un paso más alla en las penas de un personaje. Trataba de hacer memoría y no recuerdo alguna historía de época con una protagonista mujer, donde el personaje sea una críada. Siempre es como una señorita que no tuvo fortuna, pero ¿las críadas o sirvientas no pueden también ser dueños de su propia historia? ¿La época era tan elitista que ni se podría pensar en una sirvienta que fuera protagonista?

Bueno, talvez soy muy rádical y no recuerdo una historia con estas características. Si uds. sí lo recuerdan, por favor díganme algún título en un comentario :)

Regresando al tema, Jane Eyre sufría la peor violencia doméstica que una niña de su edad podría recibir. Claro que Jane Eyre no es una niña cualquiera. No. Ella lee.

Talvez los escritores aquí buscan hacer un poco de justicia al bullying que pudieron sufrir, ¿no? Y es que es muy frecuente encontrar que los protagonistas leen, haciendo de esta virtud su principal diferencia del resto.
Entonces, habíamos dicho que Jane leía y mucho. Gozaba de la lectura y era su única compañía desde muy pequeña. Mientras los niños ricos jugaban con lo mejor de la época, ella leía. Este hábito hizo que ella desarrollará su críterio; y como todo intelectúal en su edad más joven, su rebeldía.

Ella decidió hacerle frente a la violencia de su tía, la Señora Reed, y en un momento de total líbido, furia, cansancio y deseo de libertad, no solo atacó a la dueña de la casa, sino que usó sacó su artillería más pesada: La palabra.


Pero como suele pasar, la victoria le duró poco. La adrenalina, el espíritu de libertad, la emancipación y todos los ideales que la condujeron a esta explosión, poco a poco fueron disminuyendo. En su lugar quedó la vergüenza, la tristeza y la soledad que se siente cuando una se odia a sí misma. Y es que, a veces, por más que tu bandera fuera muy noble, si terminas lastimando a alguien más, terminas lastimándote tú misma.

Creo que a todos nos ha pasado.

Los dejo con esta reflexión, hasta una nueva oportunidad en que pueda compartir con uds. algunos de mis apuntes.

En serio, lean a Jane Eyre y coménteme.



domingo, 10 de abril de 2016

Una relación sentimental

Todo inicio es difícil: Empezar un nuevo trabajo, el primer día de clases, mudarse a un nuevo vecindario, empezar una nueva relación romántica. Lograr que dos universos diferentes compatibilicen y se entiendan requiere de mucho tiempo y dedicación.

Los mismo me pasa cuando leo un libro nuevo. Los libros tienen en su ADN la esencia de su autor, y por ende es como conocer a una persona diferente. Debes acostumbrarte a su forma de expresar, entender su punto de vista  y aceptarlo para que te deje ingresar a su universo personal. Es por eso que toma su tiempo. Me pasó con Victor Hugo, con Stendhal, hasta con los más legibles como MVLL, Heminwey o Gabriel García Marquez. Es por ello que siempre digo que empezar un nuevo libro es como iniciar una nueva relación sentimental.
Sin embargo, algo extraño me pasó ahora. Algo que nunca antes me había pasado. He empezado a leer a Jane Eyre de Charlotte Brontë y no puedo creer el clic que hemos hecho desde el primer párrafo. ¿Creen en el amor a primera vista? Porque talvez eso es lo que me está ocurriendo. Entender a la perfección el lenguaje y forma de pensar de otro ser humano, me hace creer que he encontrado mi alma gemela. Quizá era ella por quién he estado esperando toda mi vida. Cada capítulo es un aprendizaje especial; es más, es un redescubrimiento personal y profundo.
No quiero spoilearlo ahora, porque para ello estará dedicado los siguientes posts. Solo quiero compartirles la felicidad y completa realización que una experimenta cuando encuentra a un autor que coincide al 100% contigo. No se pierdan mis próximas publicaciones que se vienen nuevos aprendizajes y reflexiones personales alrededor de Jane Eyre.

Y ustedes, ¿han vivido esa experiencia de sentirse completamente maravillados por lo bien que se entienden con un autor? Cuéntenme con cuál y qué libro están leyendo.

¡¡¡Hasta la próxima!!!

viernes, 25 de marzo de 2016

Babbitt para los 30s

«A mitad del viaje de nuestra vida, me encontré con una selva obscura, por haberme apartado del camino recto».
La Divina Comedia. Dante Alighieri. Primer párrafo.
Es gracioso que comience con esta cita porque leí que, según algunos comentaristas, Dante habría bajado al infierno a los 35 años y un Viernes Santo, como hoy. Y no es casualidad que me encuentre cerca de los 30 años y a puertas del infierno. 

Pero no nos pongamos religiosos, místicos ni intenso. Hoy regreso a mi blog, ese con el cuál tuve muchas ambiciones que abandoné. Sueños juveniles como que me haría millonaría sin moverme de mi casa, sería muy popular y la envidia de todos. Esas casos de éxito que te aparecen como spam cuando das cualquier clic en internet. Pero en fin, vamos al grano.

Acabo de terminar de leer Babbitt de Sinclair Lewis. Lo escogí al azar, sin ninguna motivación en específico, solo porque la había encontrado en alguna feria del libro a 10 soles. Sin embargo, conforme me iba internando en sus páginas, me di cuenta que no lo había escogido yo, sino el momento lo había elegido para mí. 

Babbitt narra la historia de un hombre domesticado por la vida, quien abandó sus sueños para hacer lo que la sociedad le pidió que haga, amoldándose a lo que es ser un buen ciudadano. Sin embargo, en la mitad de la historia, acontece un hecho que cambiará su sentido de la vida y se preguntará sobre qué estaba haciendo con ella y por él. Su mejor amigo en un arranque de desesperación comete un delito grave y es encerrado en la cárcel. 

Este hecho hace que Babbitt replantee toda su vida y no quiera perder más tiempo. Se abandona a los vicios, tentaciones y demás prohibiciones para le época (los 20s), y decide vivir libre obedenciendo únicamente a sus sentidos e instintos. Pero como siempre pasa, la malicia se involucró (al ritmo de Vico C.), y la sociedad vuelve y atropella todos sus intentos de libertad y lo domestican ahora más que nunca. 

Ya en el capítulo final, Babbitt más asentado y con resignación, brinda su último grito de libertad como un consejo para su joven hijo: 

 
Es así, entonces, en que Babbitt es la léctura más recomendada para las personas como yo, como muchas, que se dirigen a una adultes sin rumbo. Es aconsejable para toda edad, pero si puedes salvarte antes, ¡hazlo! Leelo antes.



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