Después de postergarla tantas veces, ayer, finalmente, pude ver Nine, la película de Rob Marshall (2009), adaptada del musical de Broadway del mismo nombre, que es a la vez un remake del clásico de Federico Fellini, 8 ½ (1963).
Son los años 60, y el famoso director italiano Guido Contini (Daniel Day-Lewis) está pasando por una grave crisis creativa a solo pocos días de comenzar las grabaciones de su próximo film. Estresado, Guido decide escaparse para crear el guión de la película, plan que no logra tener éxito, ya que todo el staff de producción lo localiza para presionarlo nuevamente.
En medio de está situación, el director se abstrae de la realidad con diversos musicales protagonizados por las mujeres de su vida: su esposa Luisa (Marion Cotillard), su amante Carla (Penélope Cruz), el fantasma de su madre fallecida (Sophia Loren), su amor infantil (Fergie), su confidente y diseñadora de vestuario (Judi Dench), su actriz fetiche, Claudia (Nicole Kidman), y una seductora periodista americana, Stephanie (Kate Hudson).
Pero como suele ocurrir con las películas que tienen muchos personajes, la trama no termina de adentrarse, y se reduce, en este caso, a un espectáculo de diferentes performances hilados uno con otro.
Los únicos personajes con los que logras sentir una filiación son con su esposa Luisa y su amante Carla, ambas enamoradas de Guido e insatisfechas con el papel que éste les ofrece en su vida.
Como se sabe, Penélope Cruz ganó el Óscar con este papel, pero más impresionante aún fue la actuación de Marrion Cotillard, como la joven mujer de Guido, a quien conoció siendo su protagonista, pero como esposa se le fue relegando al hogar. Sintiéndose cansada y no apreciada, ella está segura de la existencia de Carla y aún así, enamorada, espera que él cambie algún día. Pero esta esperanza se esfuma cuando descubre que el egoísmo de su marido no permitía en él otra vida más que la de Guido.
Con este cautivante y estremecedor musical Luisa le dice adiós a su esposo, no sin antes dejarle bien claro que él pudo tomar todo de ella, pero ese todo se vuelve en un nada cuando se trata de renacer y reinventarse. Luisa regresa a la actuación y rehace su vida con todas las alas que la libertad puede darle. Con la misma energía que todos poseemos dentro y solo dejamos florecer cuando nos lo proponemos.
También adjunto la letra de la canción, para los que quieran seguir a Luisa en este himno de insurgencia y rebeldía.
You want my love,
take it all.
You want to watch it all come off,
take it all.
Come on now,
show me how
you can take it all.
You want my glove,
are you enthralled?
You want to see it slip away
and watch it fall?
Oh, we know it´s your show
so take it all.
So go ahead,
take it all.
You want my soul,
take it all.
It´s time to leave,
if I´m to live
becase I have no more,
there´s nothing left to give.
I watch you rise,
I watch you fall
while I am standing with my back
against the wall.
Now it´s your turn to finally learn,
you had the world,
you had your fling,
you wanted more than everything,
you got your wish,
you got your prize.
Now take it right between your thighs,
you grabbed for everything, my friend,
but don´t you see that in the end
there will be nothing left of me?
take it all.
You want to watch it all come off,
take it all.
Come on now,
show me how
you can take it all.
You want my glove,
are you enthralled?
You want to see it slip away
and watch it fall?
Oh, we know it´s your show
so take it all.
So go ahead,
take it all.
You want my soul,
take it all.
It´s time to leave,
if I´m to live
becase I have no more,
there´s nothing left to give.
I watch you rise,
I watch you fall
while I am standing with my back
against the wall.
Now it´s your turn to finally learn,
you had the world,
you had your fling,
you wanted more than everything,
you got your wish,
you got your prize.
Now take it right between your thighs,
you grabbed for everything, my friend,
but don´t you see that in the end
there will be nothing left of me?
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