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viernes, 9 de noviembre de 2018

El ángel: el cine argentino lo hace de nuevo


Este jueves 8 de noviembre se estrenó por fin El ángel, la película argentina que representa a esta nación en la preselección de Los Oscars. Esta nominación más los muchos buenos comentarios que ha recibido en redes sociales, convirtieron esta cinta en el estrenos más esperado de mi año cinematográfico. Y debo decirlo, valió la pena cada minuto de espera.

En serio, es un peliculón. El cine argentino es de otro nivel y lo ha vuelto a demostrar. Esta historia habla de un sociópata de los 70s en Argentina, que a la corta edad de 20 años, ya había cometido 11 asesinatos y estaba buscado por toda la policía, la armada, la fuerza aérea y hasta por la OTAN. (Mentira, exagero, pero sí fue muy buscado en su época). 

Sin embargo, lejos de mostrarnos la cara de un asesino, lo que esta película logra es enamorarnos del protagonista, tan onírico, irreal, ligero, sin responsabilidad, envidiable y, claro, con una carita que le bajaría el autoestima al mismo Leo Dicaprio en sus años mozos. 



Y es que la cinta no pretende juzgar, cuestionar, moralizar, ni enseñarnos algo más que no sea el disfrute de cada segundo de vida, con el mismo estilo que tuvieron personajes tan livianos y entrañables como Simon Tanner (Robert Walser, 1978), Bartleby (Herman Melville, 1856) o Rudolf Ivánovich, el agente ruso en El puente de los espías (2015). 

Las tomas cerradas directa a los detalles, el ambiente, los colores, la música, todo hace que te des cuenta que este país tiene otra concepción del cine. Una en la que el objetivo no es otro que el uso de los recursos para la autocomplacencia.

A principios de año, cuando fue estrenada en la tierra del tango, leí incluso un comentario que la denominaba como LA MEJOR PELÍCULA ARGENTINA DE LA HISTORIA. Mira que decir eso no es poco. Y aún así se me hace difícil negarlo. Ya que las dos películas que ganaron el Oscar en años anteriores son muy diferentes entre sí. Una de corte más político y otra más sorpresivamente cuestionadora. Esta es diferente. Es sublime. 

Wiñaypacha la tiene difícil. Muy difícil. Casi imposible.

Otra observación aparte es que esta película acaba de llegar y solo tiene 3 salas en Cineplanet. Y hoy, en la función del día, la sala no tenía más de 10 espectadores. Si estás leyendo esto y en algo pude llamar a tu curiosidad, te ruego encarecidamente que vayas a verla este fin de semana. En serio, no te vas a arrepentir.

Nos vemos en el #ElAngelChallenge

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