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domingo, 11 de noviembre de 2012

La piel del cielo



Me volví a perder. Lo siento. 

Ahora, después de meses, quería hablarles de una autora que me interesa mucho y quisiera leer más. Se trata de Elena Poniatowska. Me enteré de ella cuando ganó el Premio Biblioteca Breve de Novela 2011, por Leonora (Qué bello nombre). Me pasa mucho que desarrollo una relación sentimental-pasional con los autores y sus novelas solo por sus títulos. (Ejemplos claros son Javier Marías, por Mañana en la batalla piensa en mí, y Françoise Sagan, con Buenos días, tristeza).

Bueno, en ese año me pasó exactamente lo mismo. Quería conocerla más, pero mi presupuesto no daba para adquirir ese título, ya que mi prioridad era Los enamoramiento, la última novela del Javier Marías de ese entonces y que ya les comentaré, seguro en unos meses más, cuando vuelva a escaparme de la monotonía real.

Entonces, paseando por la Feria Internacional de Libro en Lima del 2011, encontré La piel del cielo, también de la mexicana, y decidí empezar con ella para acercarme un paso más a Leonora.  

La piel del cielo es Premio Alfaguara de Novela 2001, y con toda razón. Narra la historia de Lorenzo Tena, un niño que a pesar de su pobreza y orfandad siempre supo brillar por su talento e inteligencia. Gracias a eso tuvo la oportunidad de recibir una muy buena educación en su país, México obviamente, y en el extranjero. Esta parte de la historia llamó mucho mi atención. No solo porque descubra ante mis ojos conocimientos ancestrales tan sencillos y perfectos como la naturaleza misma, sino que me cautivó esa eterna búsqueda del conocimiento, esa pasión que muchos sentimos al obsesionarnos con nuestro tema de interés personal. Lorenzo Tena era así, apasionado por la Astronomía, a tal punto que él vivía y respiraba esa ciencia en cada uno de sus días.

Pero Lorenzo no se acerca a la Astronomía como tan bien lo pudo haber hecho a la física o química. Nada sucede por casualidad. La Astronomía tiene una razón muy importante en la novela, y es que los antiguos mexicas fueron uno de los pueblos más especializados en los conocimientos de los astros. No por nada el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica cuenta con una reputación impresionante a nivel internacional, quizá gracias también a su ubicación en el pueblo de Tonantzintla, estado de Puebla. Justamente esta institución es tomada como un importante escenario dentro de la novela de Elena Poniatowska.

Lorenzo, como buen mexicano, siguió sus instintos ancestrales y concentró toda su energía en la observación de los astros, convencido de que solo en el cielo encontraría la solución para todo lo que sucede en la tierra.

Otro de los ítems importantes en la novela es la nula o poca inteligencia emocional-romántica que el protagoniza tiene. En una frase: No sabe relacionarse con las mujeres. Después de haber logrado conquistar el mundo intelectual, su gran asignatura pendiente será el amor. Quizá la prematura ausencia de la madre (primer amor) lo haya condenado a esta torpeza a la hora de buscar a una compañera con quien compartir toda la belleza que encontraba en el cielo. ¡Una pena!

PS1: ¿Ya la leyeron? Cuéntenme qué les pareció.
PS2: ¿Aún no? ¡Háganlo! Es en serio.

PS3: Les dejo un video muy ilustrativo :D




2 comentarios:

Sugey dijo...

También quedé encantada con el libro y, sabiendo que todo gira en torno a Lorenzo, su vida, las pérdidas que lo hicieron crecer, sus deseos, esa búsqueda del amor y demás desventuras, lo que de manera especial me llamó la atención, fue la fuerza de la que dota a cada uno de sus personajes femeninos, que pinta a mujeres tan distintas, de ámbitos, "estratos sociales", deseos, prejuicios distintos pero cada una independiente o brava a su modo. Quedé tan encantada con todos esos personajes, al grado que, sabiendo que el protagonista es otro, había momentos dudaba acerca de si habían sido ellas quienes lo formaron, marcando su vida de distintas maneras o Lorenzo era solamente un pretexto, el hilo que entreteje las historias de esas que fueron grandes, protagonistas de sus propias vidas.

Karen DT dijo...

Hola Sugey, así es. Yo también quede prendida de la narrativa de Elena Poniatowska. Cuéntame, ¿has leído algo más de ella? Ya tengo Leonora esperando por ser leída muy pronto. Espero tus recomendaciones en novelas.

Saludos :)

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