El libro y la pulsera que me regaló S. |
En Navidad, como es tradición, S. me regaló Desgracia, de J. M. Coetzee; y ese mismo 24 de diciembre inicie su lectura. Estaba en unas vacaciones de mis clases por las fiestas, así que aproveché todo el tiempo que pide en consumirlo por completo. ¿Qué me pareció? Pues decir que me encantó hubiera sido muy escabroso.
La verdad es que sí me gustó mucho, aun sobre lo escabroso del tema. Me considero una chica muy sensible ante temas, imágenes o historias muy fuertes, por lo que me autodesterré del Periodismo, y hasta trato de no ver noticias porque realmente me deprimen. Pero en el caso de Desgracia era imposible resistirme.
Para no pecar de spoler, solo contaré lo que cualquiera puede leer en su contraportada. Un profesor es envuelto en un escádalo sexual, tras tener una relación con una de sus alumnas. Luego llega la desgracia.
Pero disculpándome con los lectores virgenes de esta novela, debo decir que todo lo que rodea a la historia es acerca de sexo.
El profesor David Lurie no puede contener sus instintos natuales y caer sobre el placer con su alumna. Llega autodesterrado a un pueblo lejano en Sudáfrica y se envuelve en una infidelidad por los motivos más carnales y biológicos que pueda encontrar. Y hasta sufre la deshonra de una persona muy cercana a él bajo los mismos terminos: En cuestión de sexo, somos tan básico como los pobres perritos que decoran la portada del libro y acompañan la historia.
Al final, el libro te muestra la peor de las penas para una persona que empezó esta cadena. Uno pensaría que es un triste castigo por su lujuria, pero al final uno aw deprime al saber que no es más que una realidad sudafricana, donde se sufre la violencia del Apartheid.
1 comentario:
Holas!
Hubieran ido S. y tú a la reuna de hace unos sábados, muy xvere la conversa de Coetzee, ojalá te animes con otro de sus libros, saludos!
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